La integración de robots impulsados por Inteligencia Artificial en diversos sectores económicos avanza a pasos agigantados, con proyecciones que indican una expansión masiva en los próximos años. Los expertos anticipan que para el período 2025-2030, veremos una progresiva adopción de tecnologías robóticas en múltiples industrias, para transformar los procesos productivos y la economía global.
Entre los sectores que lideran esta revolución tecnológica, la manufactura industrial se posiciona como el principal adoptante de soluciones robóticas a gran escala. Las fábricas están experimentando una gran transformación, con líneas de producción completamente automatizadas que incrementan la eficiencia y reducen costos operativos. Este fenómeno, que ya comenzó en países desarrollados, se expandirá globalmente durante la próxima década.
La agricultura representa otro sector crucial donde la robótica está ganando terreno rápidamente. Ya se observan implementaciones significativas en campos de cultivo, donde robots especializados realizan tareas como siembra, monitoreo de cultivos y cosecha con precisión milimétrica. Esta tendencia promete automatizar la producción de alimentos a nivel mundial, especialmente en regiones con escasez de mano de obra agrícola.
En el ámbito de la construcción y la medicina, los avances en robótica están generando impactos profundos. Robots diseñados para colocar ladrillos, imprimir estructuras en 3D o realizar cirugías de alta precisión están demostrando capacidades que superan las limitaciones humanas. Particularmente en medicina, los sistemas robóticos están permitiendo procedimientos menos invasivos y tiempos de recuperación más cortos para los pacientes.
Entre China y Argentina
El panorama global de la robótica muestra a China como líder indiscutible en la implementación de fábricas altamente automatizadas. Un ejemplo paradigmático es la planta de producción de Xiaomi, que opera casi exclusivamente con robots y ha captado la atención internacional. El fenómeno de las "fábricas oscuras" —instalaciones que funcionan sin iluminación porque los robots no la necesitan— representa una tendencia emergente que optimiza recursos y permite producción ininterrumpida durante las 24 horas.
Argentina presenta un potencial significativo para convertirse en un referente regional en robótica industrial. El país cuenta con un ecosistema de economía del conocimiento en constante crecimiento, con polos tecnológicos en Buenos Aires, Córdoba y Rosario que han demostrado capacidad para desarrollar soluciones de software y hardware avanzadas.
La tradición industrial automotriz argentina representa otro factor clave que podría catalizar la adopción de robótica avanzada. Con más de 60 años de experiencia en la producción de vehículos y autopartes, el país cuenta con infraestructura, conocimientos técnicos y personal calificado que podría adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías de automatización. Las plantas automotrices ya existentes podrían transformarse en laboratorios de innovación para la implementación de soluciones robóticas que luego se extiendan a otros sectores industriales.
Más allá de los entornos industriales, la robótica se expandirá progresivamente hacia servicios cotidianos como atención al cliente, turismo, educación y cuidado de personas mayores. Esta evolución plantea interrogantes fundamentales sobre el sector laboral y la necesidad de adaptación de las sociedades a un entorno donde la colaboración humano-robot será cada vez más común.
Según Sebastián Di Domenica, durante su reciente charla sobre IA y robótica transmitida en Canal E (disponible en https://youtu.be/C9tn_tsk8nI?si=EzA9jcUOAEoYAKAV), para 2030 los robots no solo estarán presentes en entornos industriales, sino que se convertirán en parte integral de nuestra vida cotidiana.