La inteligencia artificial y la robótica están transformando aceleradamente el mercado laboral global, pero no de la manera caótica que muchos temen. En lugar de una sustitución masiva de trabajadores, emerge un modelo híbrido donde humanos y robots colaboran y complementan sus capacidades respectivas. Este enfoque permite que las máquinas se encarguen de tareas repetitivas y físicamente exigentes, mientras los humanos se enfocan en actividades de mayor valor agregado y creatividad.

Las proyecciones del Foro Económico Mundial, lejos de generar alarma, ofrecen una perspectiva equilibrada sobre esta transformación. Aunque prevé que el 44% de las habilidades laborales cambiarán en los próximos cinco años, también estima la creación de entre 90 y 150 millones de nuevos puestos vinculados a la inteligencia artificial y robótica (contra los 80 millones de puestos que pueden caer a nivel global por el avance de la automatización de tareas). La clave está en la reconversión profesional y la capacitación continua de los trabajadores para adaptarse a estas nuevas demandas del mercado.

La capacitación se vuelve fundamental en este escenario. Los trabajos del futuro requerirán competencias relacionadas con la supervisión, programación, mantenimiento y gestión de sistemas automatizados. Esta realidad demanda una inversión significativa en educación tecnológica y programas de formación que preparen a la fuerza laboral para las nuevas oportunidades que surgen.

Caso Amazon 

Amazon ejemplifica perfectamente este modelo híbrido. La empresa opera con un millón de robots en sus plantas, donde estos se encargan de tareas como ordenar paquetes, trasladarlos y clasificarlos mediante visión por computadora. Los robots gestionan la logística de envíos desde los depósitos, mientras que los trabajadores humanos supervisan y coordinan operaciones más complejas. Este sistema híbrido ha resultado en un aumento del 25% en la productividad.

La gestión de esta flota robótica se realiza mediante sistemas avanzados como Deep Fleet, que optimiza el funcionamiento y tráfico de robots. Amazon proyecta además incorporar robots humanoides para entregas domiciliarias, evidenciando que la automatización no detiene el crecimiento del empleo, sino que lo transforma hacia nuevas áreas de oportunidad.

Los desafíos de Argentina 

Argentina presenta un panorama complejo ante esta revolución tecnológica. El país cuenta con un sector tecnológico avanzado, un ecosistema robusto de startups y universidades reconocidas que lo posicionan favorablemente. Sin embargo, la alta informalidad laboral representa un obstáculo significativo para la reconversión profesional, limitando el acceso a capacitación formal y beneficios laborales necesarios para la transición.

Los sindicatos adquieren un rol crucial en este contexto. Su participación activa será determinante para reclamar en nombre de los trabajadores y garantizar que la transición tecnológica no genere exclusiones. La colaboración entre sindicatos, Estado, universidades y sector privado resulta indispensable para diseñar políticas públicas y programas de formación que faciliten la actualización de competencias.

La integración exitosa de robots e inteligencia artificial en el mercado laboral argentino requiere una planificación cuidadosa que considere las particularidades estructurales del país. Solo así podrá aprovecharse el potencial humano y tecnológico disponible, asegurando que esta transformación global beneficie a todos los sectores de la sociedad y no deje a nadie atrás en el proceso de modernización económica.

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*La información surge de la columna de Sebastián Di Domenica en Canal E*