Una reunión extraordinaria puede tener la fuerza para definir una nueva agenda en el panorama tecnológico mundial: un encuentro entre el Papa León XIV y Geoffrey Hinton, reconocido pionero de la inteligencia artificial y creador de las redes neuronales artificiales. Este acercamiento inusual entre un líder religioso y uno de los científicos más influyentes de la era digital busca generar un llamado de atención global sobre la urgente necesidad de regular la inteligencia artificial.
Geoffrey Hinton, quien trabajó en Google hasta 2023, considera que la inteligencia artificial representa una revolución tecnológica comparable o incluso superior a la revolución industrial. A pesar de ser ateo, el científico busca en el Papa un aliado estratégico para amplificar su mensaje sobre los peligros de la IA, y a su vez aprovechar la influencia global del Vaticano para llegar a audiencias que de otro modo podrían no escuchar estas advertencias críticas.
Las preocupaciones de Hinton abarcan múltiples frentes que podrían transformar radicalmente la sociedad tal como la conocemos. Entre los riesgos más alarmantes se encuentra el desempleo masivo a gran escala, que podría afectar a millones de trabajadores cuando la IA supere las capacidades humanas en diversas áreas laborales. Esta disrupción económica podría generar tensiones sociales sin precedentes si no se implementan medidas regulatorias adecuadas.
Los ciberataques devastadores representan otro peligro inminente en el horizonte de la inteligencia artificial. La capacidad de sistemas de IA sofisticados para penetrar infraestructuras críticas, manipular información y comprometer la seguridad nacional plantea desafíos que los marcos regulatorios actuales no están preparados para enfrentar. La manipulación de la información y la democracia constituye una amenaza adicional que podría socavar los fundamentos de las sociedades libres.
Quizás el riesgo más aterrador que identifica Hinton es el desarrollo de una superinteligencia artificial que podría superar completamente la capacidad humana de control y comprensión. Esta posibilidad, aunque pueda parecer de ciencia ficción, es considerada por expertos como un escenario plausible que requiere preparación y regulación preventiva antes de que sea demasiado tarde para implementar salvaguardas efectivas.
El científico dirige críticas contundentes hacia las grandes empresas tecnológicas, incluyendo Google donde desarrolló gran parte de su carrera, señalando su falta de transparencia y su participación en una carrera tecnológica irresponsable. Estas corporaciones, según Hinton, priorizan el avance competitivo sobre las consideraciones éticas y de seguridad, creando un ambiente donde los riesgos se minimizan en favor de los beneficios comerciales inmediatos.
La falta de regulación efectiva por parte de los gobiernos agrava esta situación, especialmente en el ámbito militar donde la aplicación de IA en armamento plantea dilemas éticos profundos. Hinton propone la necesidad de una regulación internacional similar a la establecida para la energía atómica tras la Segunda Guerra Mundial, reconociendo que algunos países europeos fabricantes de armas han mostrado poco compromiso con estas limitaciones.
El Papa León XIV continúa la línea establecida por su predecesor Francisco, quien ya había expresado preocupación por los impactos de la inteligencia artificial en la sociedad. Esta colaboración entre liderazgo tecnológico y religioso busca un enfoque equilibrado que reconozca tanto las posibilidades transformadoras positivas de la IA como la necesidad imperativa de mitigar sus riesgos para asegurar un futuro seguro y beneficioso para toda la humanidad.
Imagen creada con inteligencia artificial Grok: Geoffrey Hinton y Papa León XIV
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**Fuente:** Columna de Sebastián Di Domenica en Canal E