Por segundo año consecutivo, la empresa líder mundial en gaseosas cola ha presentado su comercial navideño desarrollado íntegramente con inteligencia artificial, consolidando una tendencia que redefine la industria publicitaria. La compañía optó por esta tecnología para agilizar la producción y reducir costos, un movimiento que refleja la creciente adopción de herramientas digitales en el marketing global.

El uso de IA permitió a la multinacional producir 140 versiones del anuncio en solo un mes, adaptadas a diferentes mercados, un proceso que antes demandaba más de seis meses y equipos de trabajo mucho más numerosos. Este avance representa un cambio radical en la eficiencia operativa, ya que el proyecto fue llevado adelante por apenas cinco personas, en contraste con los grandes equipos tradicionales.

Sin embargo, la campaña no estuvo exenta de polémicas. El anuncio generó críticas por parte del público y expertos, quienes señalaron que carecía de autenticidad y conexión emocional, y en redes sociales fue descripto como un producto "sin alma". Además, se recordaron errores visuales en la edición de 2024, como camiones cuyas ruedas no giraban, lo que profundizó el escepticismo sobre la capacidad de la IA para reemplazar el toque humano en la creatividad.

El debate trasciende lo estético y se extiende al ámbito laboral. La automatización de la producción publicitaria amenaza con reducir puestos de trabajo en áreas como actuación, iluminación, filmación o dirección, sectores que históricamente han sido pilares de la industria. Este escenario plantea interrogantes sobre el futuro de los profesionales creativos y técnicos en un mercado cada vez más dominado por algoritmos.

A pesar de las críticas, el uso de IA en publicidad parece imparable. Según proyecciones del Interactive Advertising Bureau, para 2025 el 30% de los anuncios digitales han sido creados total o parcialmente con inteligencia artificial, una cifra que evidencia la rapidez con la que la tecnología está transformando el sector. La eficiencia y el ahorro de costos son los principales argumentos a favor, aunque persisten dudas sobre la calidad y el impacto emocional de los contenidos generados.

Más allá de las dificultades que presenta el uso de esta tecnología en el campo publicitario, la IA podría democratizar la publicidad, al permitir que pequeñas empresas y emprendedores accedan a herramientas de producción antes reservadas para grandes corporaciones. Esto podría multiplicar las oportunidades de creación de contenido y, en teoría, generar nuevos empleos en áreas vinculadas a la gestión y adaptación de estas tecnologías.

En Argentina, aunque no existen datos oficiales sobre la adopción masiva de IA en publicidad, ya se observan ejemplos concretos. Programas de televisión locales han comenzado a utilizar clones digitales de figuras públicas en sus anuncios, una práctica que anticipa un cambio de paradigma en la comunicación comercial. La tendencia sugiere que el país no será ajeno a esta revolución tecnológica.

El caso de la gaseosa líder no es un hecho aislado, sino un reflejo de una transformación global. La industria enfrenta el desafío de equilibrar la innovación con la preservación de la calidad y el empleo. Mientras algunas voces celebran la democratización del acceso a la publicidad, otras advierten sobre los riesgos de perder la esencia humana en los mensajes y el impacto social de la automatización.

La perspectiva de la publicidad sin duda se verá impactada por la evolución de la IA. La clave estará en encontrar un punto de equilibrio donde la tecnología no solo optimice procesos, sino que también enriquezca la creatividad y el valor emocional de los contenidos, sin dejar atrás a los profesionales que han sido el corazón de la industria durante décadas.

La información surge de la columna de Sebastián Di Domenica en Canal E:



https://youtu.be/XDYYENFXJ7Y?si=JYEtq3lUlpyI8NHJ