Con el objetivo de presentar su nuevo libro, "Líder IA: cómo sobrevivir y prosperar en el futuro del trabajo", la economista y consultora en negocios internacional, Ingrid Toppelberg, compartió reflexiones sobre la inteligencia artificial (IA) y cómo esta tecnología puede llegar a redefinir las perspectivas del trabajo y las empresas.
Lo hizo en el programa Mañana Inteligente, conducido por Sebastián Di Domenica y Maximiliano Casalía y que se emite por AM 770 Radio República y YouTube.
En el intercambio, Toppelberg ofreció un análisis detallado sobre cómo empresas, líderes, trabajadores y sistemas educativos pueden adaptarse a esta revolución tecnológica. Cabe decir que la experta posee una trayectoria que incluye años de trabajo en la consultora internacional McKinsey, un MBA en el MIT y experiencia laboral en ciudades como Boston, San Francisco, Tel Aviv o Buenos Aires.
La consultora comenzó destacando que, durante casi una década de trabajo con IA, encontró resistencia y miedo en las organizaciones, especialmente en sectores tradicionales. "La gente no quería saber nada, era como hablarles de un monstruo", recordó. Sin embargo, su enfoque no es alarmista, sino práctico: la IA no es una amenaza, sino una oportunidad para reinventar el trabajo. "Nos vamos a tener que adaptar a esta nueva tecnología, que es la de más fácil uso que se ha desarrollado en la historia. Y que puede ayudarnos un montón", afirmó.
Su libro actúa como un manual didáctico, que busca guiar a trabajadores y empresarios en este proceso. Desde su análisis la experta analiza que en gran medida los trabajos no desaparecerán, "pero sí que se transformarán".
Toppelberg subrayó que el rol del líder debe evolucionar en este nuevo contexto. "El líder también tiene que ayudar y acompañar el proceso y tiene que aceptar que ya no sabe todo, porque ese concepto de líder experto que solíamos tener, en muchas ocasiones ya no funciona", explicó. En un entorno donde el conocimiento es accesible y cambiante, la capacidad de guiar equipos con humildad y fomentar la experimentación se vuelve esencial.
La autora también advirtió sobre los riesgos de confiar ciegamente en la IA. "La inteligencia artificial aprende del pasado, es un gran modelo estadístico. Si nos equivocamos en el pasado y no lo consideramos, seguiremos equivocándonos", señaló. Por ello, insistió en que el juicio humano sigue siendo irremplazable, especialmente para interpretar contextos y evitar errores repetidos por la IA.
Uno de los puntos más críticos que abordó Toppelberg fue la necesidad de adaptar la educación. Las instituciones, según su experiencia, avanzan lento en la adaptación a las demandas del mundo cambiante. Y puso como ejemplo el área de la ciberseguridad, un campo con escasez de expertos que son cada vez más necesarios.
"La ciberseguridad es un área en la que se necesitan profesionales desesperadamente, y todavía no hay los suficientes", alertó. Sobre el punto agregó que "el mayor desafío es la cultura de la gente", especialmente en ciberseguridad donde la mayoría de los ataques ocurren por errores humanos. "Cuidar las costumbres digitales es fundamental para protegerse", remarcó.
Recomendaciones para trabajadores y empresas
Toppelberg ofreció consejos concretos para ambos grupos. A los trabajadores, les recomendó dedicar tiempo al aprendizaje y animarse a experimentar: "Hay que aprender nuevas cosas, hay que cambiar la mentalidad, hay que exponerse a nuevas herramientas y animarse. Se trata siempre de intentar y probar". Para las empresas, sugirió crear culturas que premien la innovación y no castiguen el error. "Generar esa cultura de experimentación y no castigar el error es muy importante", recalcó, y añadió que los empleados necesitan tiempo y recursos para explorar herramientas como la IA.
Aunque Toppelberg se mostró optimista sobre el impacto de la IA, advirtió que su potencial dependerá de cómo la sociedad la adopte. "No creo que las máquinas vayan a tomar control del mundo", aseguró en tono jocoso, pero destacó que el verdadero valor de la IA está en resolver problemas complejos, como la detección temprana de enfermedades o el desarrollo de materiales sostenibles.
Para la consultora, el gran desafío está en desarrollar la capacidad de aprender rápidamente. "La habilidad que más hay que desarrollar es la de aprender rápido y capacitarse de manera continua", afirmó. En un mundo donde la tecnología evoluciona a velocidad vertiginosa, saber adaptarse y actualizarse es cada vez más valioso, dijo.
Argentina y su ventaja en la adaptación
La consultora resaltó que Argentina tiene una ventaja competitiva en este escenario: su capacidad de adaptación y ductilidad es muy destacable. "Exportamos profesionales a muchos países porque estamos acostumbrados a los cambios constantes y a salir adelante", explicó. Y analizó esta característica como factor positivo frente a culturas más rígidas, como la japonesa, donde la planificación es meticulosa pero la adaptación puede ser más lenta. "Argentina está muy bien posicionada para adaptarse al cambio que plantea la IA", afirmó.
Al cierre de la entrevista, Toppelberg invitó a los interesados a seguirla en Instagram (@ingrid.toppelberg), donde comparte recomendaciones y reflexiones sobre IA, empresas y trabajo. También se la puede seguir en Linkedin.
Ingrid Toppelberg en Mañana Inteligente hizo un llamado a la acción: adaptarse, aprender y liderar con humildad serán las claves para navegar este nuevo mundo.
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